Te envolviste en la inconsciencia, en la irrealidad que te llevo a casi morir, y solo sentiste las punzadas de las jeringas penetrar por tus venas, y dos o tres por tu trasero.

Tal vez eso era lo que querías, tu sueño frustrado de fallecer sin saber de nada, dejando todo a la deriva, ¿recuerdas aquel día en que lo único que deseabas era que un trailer destrozara tu cuerpo, al igual que las lagrimas ya lo habían hecho con tu alma? pero no, algo te lo impedía, y algo volvió a evitarlo esta vez.

No pensaste, no sentiste, solo una mano diciendo que soportaras que no lloraras, pero tu no llorabas de dolor, llorabas tal vez de tristeza, de esa tristeza que causa mas dolor que una nariz rota.

Pero ahora, que casi todo esta bien, te das cuenta de cuanto dolor seguirás sintiendo pero también de cuanto dolor le evitaste a tanta gente... tal vez no paso lo que tu querías, tal vez ya todo estaba planeado...

Y nos miramos cada noche, después de acostarnos, nuestros alientos se cruzan, pero no se combinan, pensamos el uno en el otro, nos soñamos, nos besamos y acariciarnos, pero jamás nos tocamos.

Encontramos en los pliegues de la almohada los olores añejos que recuerdan aquellos días de calor y movimiento, un instante de amor, un eterno dolor...

Nos recostamos mirando falsas estrellas, lunas artificiales, vidas imaginadas.

Hacemos memoria y escarbamos entre las costras de heridas viejas, y nos hacemos daño, y nos convertimos en zombies del pasado.

E intentamos levantarnos, tratamos de despertar, abrir los ojos a la nueva realidad, y las sabanas se hacen tan pesadas, nos inmovilizan, nos hacen presas de la propia vida.

Y queremos abrir los ojos, fingir que todo fue un sueño pese a que las heridas duelen y brota de ellas la sangre que alguna vez corrió por nuestras venas.

Y aun sentimos el retumbar del corazón impaciente por explotar y dejar de bombear vida a estas almas tan desgastadas. Intentamos despertar de la pesadilla eterna de la realidad... aun no hemos comprendido que cuando lo logremos, estaremos quizá, en otro mundo, quizá, en ninguna parte...

Sigue llorando... sabes que un día cada una de las lagrimas que derramaste serán convertidas en sonrisas, sigue llorando, por que sabes que todo lo que hagas, bien o mal, será correspondido.

Sigue llorando, aunque no llores por quien no vale la pena y no hagas llorar a quien no lo merece.

Ahógate en medio de un mar salado, deja de respirar y muere un instante; regresa, mírate, valórate... no te pierdas en el abismo de la soledad, dibuja en tu rostro una sonrisa y tu alma se sentirá mas aliviada.

No guardes rencor, de poco te sirve llenar el corazón de podredumbre si después lo único que vas a poder ofrecer será lo mismo.

No olvides lo que ha quedado atrás, de esa forma evitaras caer en los mismos errores y podrás revivir las felicidades; pero no vivas del pasado por que eso solamente opacara tu futuro.

Intenta comprender que la naturaleza del humano es dual, y que lo bueno y lo malo es inherente a su especie; que la traición y el engaño son parte de la vida, y gracias al sufrimiento se aprende a valorar la felicidad.

Recuerda que puedes encontrar bendiciones donde nunca imaginaste que existirían.

Y nunca olvides que formas parte de mí, y de todo el mundo.

Así estoy: con las piernas destapadas; con los brazos congelados y la mirada perdida; así estoy: a veces sonriendo y otras más mintiendo, escondiendo, insultando a la alegría con mi tristeza; y así estoy: cada vez mas pequeña en un espacio enorme, sintiendo cosquilleos en mi conciencia y descifrando códigos impronunciables.

Y así estoy; aquí, solo hoy, solo una vez, evadiendo a la vida y evitando la muerte; peregrinando por campos desiertos, descalza, con frio...

Nos perdimos en la inmensidad de la nada, en lo eterno de lo finito, en la mentira piadosa y en las noches nubladas.

Olvidamos el mantra; nos echamos al sol, bajo el manto gris de la mañana, sobre la arena mojada, oyendo el quejido de las olas.

Tu corazón no late, mi cuerpo no respira; nuestras pupilas se expanden para captar la imagen en la oscuridad, no sabemos si existimos, no sabemos si vivimos; no sabemos morir...

No recuerdo...

La tarde en que nos conocimos frente a la ventana, ni la primera vez que salimos, no recuerdo haber bailado contigo, ni haberte besado... no recuerdo las noches que pasamos juntos ni las cartas que escribiste, las imágenes de las fotos se han ido desvaneciendo, las viejas canciones ya no tienen sentido y mi memoria se ha ido.

No recuerdo... por que todo el amor y la necesidad de ti, se ha convertido en cenizas que arroje sobre los hombros para esconder el camino andado.

Ayer decidí no recordarte mas y comenzar a caminar por nuevos senderos; ayer te deje atrás y hoy... hoy es hoy.

Llorando con...

The Blowers Daughter.. Did I say that I loathe you?