sábado, septiembre 22, 2007

Estoy aquí, de regreso, contando mis penas que no le interesan a nadie y que solamente aquí puedo desahogar. No se por que sigo siendo incapaz de hablarlo con alguien y prefiero la opción de anotarlo en un "diario" de dominio público, no es, lo sé, por exhibicionismo, quizá es solo la idea de que quien lo lea no lo hará obligado a sostener una conversación conmigo y se hará una opinión que tal vez nunca conoceré.
Quiero pensar que todo esto lo hago por una buena razón, que aún desconozco.

Ahora, tengo que decir, no es el mejor momento de mi vida a pesar de que tengo todo lo que necesito, me he dado cuenta de que, a pesar de que mis heridas han cicatrizado, esas cicatrices me traen recuerdos que no he podido superar. La tristeza regresa cuando menos la espero, y ahora, mientras se forma de nuevo un nudo en mi garganta y brotan de mis ojos algunas gotas saladas, me siento de nuevo a la orilla del abismo, a un paso de caer en la depresión y no puedo moverme, estoy paralizada, débil, a punto de entregarme otra vez a las manos del dolor, y no quiero, no quiero quedarme esperando a que mi corazón se recupere poco a poco. Ya ha pasado mucho tiempo y se que tengo que cerrar ese circulo de tormento personal.

Estoy cansada de desconfiar de mi, pero tengo miedo de dejar de ser quien soy para ir en busca de quien quiero ser, por que temo no encontrarme y perderme en el camino.

Hoy solo quisiera irme lejos, borrar la historia y mis recuerdos por unos instantes, arrojarme a las olas del olvido y llorar, llorar hasta que todo se haya acabado, exprimir mi alma de rencores, y regresar limpia, aliviada. Un poco más feliz.