Necesito demostrar que todavía existes, que en algún lugar lejos de mi horizonte me esperas; necesito saber que todavía me piensas, aún sin saber que estoy afuera buscándote.

Nostalgia: como duele la garganta cuando las lágrimas no salen…

No se como acomodar las palabras para definir el momento en el que ahora existo. De pronto cayo sobre mi una espesa bruma de recuerdos, sentimientos, emociones y sensaciones que se mezclan haciéndome sentir tristeza, alegría, éxtasis, depresión, pasión; no lo sé.
Tengo que admitirlo, tengo miedo, parece que junté tantas emociones que ya no caben en mi y se desbordan por los poros.
Tengo ganas de irme.
De volar sobre el asfalto y sentir el viento mover mi cabello; mi rostro esta descoordinado; una sonrisa, una lagrima, un suspiro, parece un recuento de lo vivido.
Flachazos, imágenes cromadas, sonidos, olores; tanto que recordar, tanto que olvidar.
Tal vez me ponga mis viejos zapatos y retome el camino abandonado. Tal vez me haga falta visitar las tumbas de los errores para recordar por que sigo sola en el camino.

La vida me demostró con tremendo zapatazo que todavía tengo sentimientos… y yo que me creía tan fuerte.

A cuatro años de los acontecimientos:

Cuando recién comencé a escribir en la web, había apenas unos cuantos blogeros, la comunidad blogita era escasa y el boom de las bitácoras aún no estallaba.
Ahora encuentro que existe una incontable cantidad de "bloggeros" dedicados a contarnos sus anécdotas, relatos o simplemente a opinar sobre infinidad de temas; las reuniones bloggitas son ahora imposibles, los colectivos, también.
De todos aquellos blogitas, muchos abandonaron sus bitácoras al ver que se había convertido en una moda, otros tantos decidimos continuar escribiendo, muchos se mudaron de servidor, cambiaron de dirección o se hicieron anónimos.
Hace cuatro años eran cuando mucho unos 20 blogitas bajacalifornianos, que se acoplaron y crearon el llamado TjBF (Tijuana Blogita Front) que albergaba un remix de todos los blogitas al que poco a poco se fueron sumando blogeros de Mexicali y los exiliados Ander, Nanilka, y su servidora. Así es, éramos solamente 3 blogitas ensenadenses, seguro había unos cuantos más, pero quizá muy escondidos.
Tuvimos algunos encuentros donde pudimos conocer a parte de la comunidad, pero de pronto Boom, estallo la "moda" y el numero subió y subió.
Hoy, si no me equivoco, enseñan a hacer blogs hasta en la escuela, eso significa que cada escuincle que lleve alguna materia de computación los conocerá y se sumara a la comunidad ya sobrepoblada, claro, el chiste es sobrevivir, y esta blogita, con dos blogs ya cerrados ha sobrevivido cuatro años por que anda perdida en el espacio y escribe desde allá.

El lado oscuro de la luza
Ahí les va pues
Con toda la sinceridad que puede caber en mi (que es mucha) les contare sobre esa parte de mi que pocos conocen, que los que conocen tratan de ignorar y que incluso yo, muchas veces desconozco.
Si, queridos míos, tengo un lado oscuro, malo y perverso, tan malvado como pueda yo imaginar, claro que es un tipo de maldad medio inocente que no llega y mucho menos sobrepasa los extremos.

Yo soy, y lo acepto, una mala persona, no al grado de matar a alguien, pero si de pensarlo, tengo infinidad de defectos que ni siquiera recuerdo todos, pero ahí les van algunas de ellos, incluyendo cosas que me disgustan y malos hábitos que estoy tratando de cambiar.

Odio bañarme, lo hago todos los días, pero tardo horas en decidirme, si por mi fuera que se acabe el agua.
Soy tan desordenada como puedan imaginarse, pero eso si, siempre encuentro lo que busco.
Fumo desde los 17 años (tras muchos intentos anteriores) pero ya deje de hacerlo.
Tomo como -niñoafricano muertodesed- pero cheve, igual ya deje de hacerlo.
No lavo ropa hasta que ya no tengo nada que ponerme, incluso prefiero ir a comprar ropa que lavarla, pero la señora que limpia me dice que mejor le de ese dinero y que ella lo hace.
Me resulta sumamente complicado dormir con muchas almohadas, cobijas, con alguien o con ropa.
Soy mujer de muchos pantalones, puedo bronquearme con alguien incluso si se que me va a poner una chinga.
La política me revienta casi tanto como el apio y la religión.
Por lo mismo tengo años que no voy a alguna misa.
Pero aun así sigo creyendo en dios.
Me puedo comprar chorrocientosmil pares de zapatos y solo usare uno.
Pero ropa interior y calcetines, son mi perdición.
Por mi culpa mi madre comenzó a tomar y a fumar, ahora soy yo quien la regaña.
Me encabrona pedir un favor y que me digan que no de broma y luego me digan que si.
Quedan tan pocos hombres de verdad que estoy pensando en convertirme a la izquierda.
Nunca contesto correos electrónicos, mucho menos reenvío cadenitas o cosas por el estilo.
No acostumbro decir mentiras, solo guardo secretos propios.
No soporto que me den órdenes.
Detesto a los niños que siempre quieren estar de meches con las visitas. (mi sobrina es una de esas, pero la perdono por que la quiero).
Soy una desdeñadora de dinero por convicción, nunca tengo dinero, pero cuando tengo, compro, invito, regalo…
Odio la leche en el café.
Me agobian los hombres empalagosos, machistas, indiferentes, egocéntricos celosos y a los que se quedan dormidos en el cine.
Tengo comportamientos depresivos, esquizofrénicos, bipolares… soy una enferma mental.
Se que le he hecho mal a mucha gente, muchas veces conciente (se lo merecían) y otras inconsciente (les pido disculpas) pero mi conciencia no me molesta mas, ya la congelé.
Me encanta hacer ejercicio pero soy taaaaaaaaaaan floja.
Tengo tantas deudas que debo hasta mi vida.
Canto de la chingada, pero me encanta hacerlo a todo pulmón cuando manejo sola.
Cuando alguien me cae mal, no hay remedio.
Puedo estar sin comer días, -como invernando- también pasar días durmiendo o viendo la tele, entre otras cosas.
Solo tengo tres amigas, los demás son puros hombres o gays
Mi mejor amiga sabe tanto de mí que cuando me muera tendrá que acompañarme
Odio ser mujer cuando me dejo llevar por frivolidades como comprar ropa de moda, arreglarme el cabello, maquillarme, usar zapatillas o hacerme manicura, pero de todas formas lo hago.
Adoro el chocoflan, las paletas con polvito, la pizza mexicana, la lasaña, los tamales y las tortillas de maíz recién hechas con sal.
He salido con muchos hombres, pero nunca he engañado a ninguno.
Nunca me gustó ir a la playa a pistear, no le encuentro gracia.
Soy una malhablada de primera.
Todas mis conversaciones con mis amigas, terminan en s… no les diere, aunque quizás ya sepan (pista, cuenten los puntitos).
Me encanta dormir y puedo hacerlo casi casi en cualquier lugar y posición.
Leo, leo, leo, leo, leo, leo, leo, leo, leo, leo y leo como loca.
Jamás veo películas religiosas, pero me gustan mucho los documentales de investigación.
Hace años fui, católica, cristiana, mormona, testigo de Jehová y actualmente ejerzo mi religión independientemente.
El chocolate me mata, en todos sus tipos, formas y variedades y lo como pese a que padezco de principios de diabetes.
Practico el box por que es ahí donde desquito todas mis frustraciones.
No tengo problema con prestar dinero, cuando lo tengo, pero odio que no paguen y más tener que estar cobrando.
Me fascinan los calcetines de colores y muchos, aunque ya no me queden, aún los conservo.
Alrededor de cinco veces llegué a mi casa sin saber como, después de una maratónica pisteada.
En una ocasión, me quede en el camino.
En tras tantas, conseguí asilo en alguna posada.
Mi talla máxima fue 9 y la mínima 3, ahora estoy entre el 5 y el 7
No me gusta que me hablen cuando estoy oyendo música
Casi no veo la tele, pero cuando lo hago, me embobo
Me gustaba mucho la escuela, pero siempre fui muy irresponsable, no hacia tareas, me pinteaba clases, me robaba cosas de la cooperativa y aun así siempre tuve buen promedio.
Muy pocas relaciones me han mantenido interesada.
Siempre valorare en una persona que tenga tema de conversación, si puedo tener una conversación interesante de más de una hora, no la soltare fácilmente.
Nunca me he depilado las piernas.
Los hombres perdieron mi respeto cuando me di cuenta que son capaces de mentirle a todo mundo por quedar bien con una sola persona.
Creo que uno de mis mayores defectos es querer tener siempre el control… y la razón.
Nunca pido perdón a menos que la ocasión de verdad lo amerite.
No odio nadie, a ninguna persona en especial, solo algunas actitudes.
Puedo ser una persona muy negativa e influyente.
Estoy comenzando a odiar la cotidianeidad de esta ciudad.
Me he salido tres veces de la universidad por que se que ya no quiero estar aquí.
A veces me da mucho coraje ver el espejo, por que se que ya no soy la de antes.
Soy una enamoradiza instantánea, pero siempre me enamoro de un detalle, cuando conozco más, pierdo la ilusión… siempre.
Me gusta el ska, bailar banda, los chocokripsi con queso cottage… creo que eso ya lo sabían.
Nunca! Jamás he podido ni podré hacer dieta, me encanta comer.
Y ya.

P.D. no es cierto, no soy una maldita era solo para hacerme la interesante, pero pues aunque la mona se vista de seda...

Mientras tu voz reclama por el auricular mi atención, yo desvió la mirada hacia las flores marchitas en mi viejo y seco florero de cristal, tanto polvo guardado entre los pétalos que alguna vez fueron suaves y olorosos y ahora luchan por mantenerte adheridos a un tallo inerte y muerto.
Mientras te contesto con monosílabos pasan por mi mente viejas imágenes en sepia, fotografías instantáneas de lugares y momentos que, gracias a ti, había olvidado.
-Me escuchas Adriana- gritas momentos antes de que cuelgue el teléfono para recordarte que ni tu, ni nadie, tiene derecho a borrarme mis recuerdos.