Bastan solo un par de segundos para perder la cordura en medio de tanta locura y desastre, cuesta tanto recuperar lo que se pierde cuando se piensa menos de lo que se habla.

A veces me quedo contemplando por la ventana los árboles del parque vecino, el viento barriendo las hojas secas y llevándolas de lugar en lugar, y pienso en mis debilidades, en mis defectos y en las consecuencias de verme débil y manejable, así como las hojas que mueve el viento.

Yo se que aun quedan muchas cosas que componer y otras tantas que ya no tienen remedio, aun tengo que demostrarme muchas cosas y al mismo tiempo desmentirme a mi misma y aceptar que me he equivocado respecto a mi.

Tengo mucho mas de lo que podría necesitar y se que aun así puedo conseguir mas, pero no me interesa hacerlo, no tengo una razón para ir en busca de mas y no quiero estancarme en la comodidad de mi vida, quiero algo que la haga girar, que le ponga un poco de sazón, que la haga mas interesante para mi. Aunque a veces me da miedo pensar que si mi vida fuera de otra forma, entonces no seria yo.

Tenia mucho tiempo que no lloraba como ayer, con tanta angustia por la verdad que me abría los ojos; al entender que el insomnio repentino se debía a que mis propios fantasmas no me dejaban dormir, decidí hacer lo que casi nunca, y repase la recién terminada semana, lo que hice y lo que no y tristemente me di cuenta que nada estaba bien.
De repente mi cuerpo se quedo vació, sentía el aire atravesar todo mi ser y después ya no sentía nada, poco a poco las verdades fueron cayendo una a una y mi garganta se lleno de nudos al grado de no poder respirar hasta que tuve el valor de sacarlo todo, de gritar en silencio y de pedir perdón, a él y a todo el mundo, solo así pude aligerar un poco el dolor que me oprimía.
Uno a uno se fueron deshaciendo los nudos en lagrimas, sin parar de hablar fui pidiendo perdón por todos y cada uno de mis errores y agradeciendo todas las bondades que me había otorgado. Entendí que muchas veces el dolor guardado es parte de una lección que aun no aprendemos, que las cosas del pasado deben quedar atrás para poder avanzar, que las cosas no se arreglan por si solas, que hay que actuar. Que no existen vicios ocultos en la naturaleza, todo es definido, todo es como debe ser, que no es cuestión de milagros si no de actitudes.
Después que terminamos de hablar, me sentí tan ligera, mi alma pudo liberarse por un instante, y aunque el insomnio no se fue, pude descansar emocionalmente.