Bastan solo un par de segundos para perder la cordura en medio de tanta locura y desastre, cuesta tanto recuperar lo que se pierde cuando se piensa menos de lo que se habla.

A veces me quedo contemplando por la ventana los árboles del parque vecino, el viento barriendo las hojas secas y llevándolas de lugar en lugar, y pienso en mis debilidades, en mis defectos y en las consecuencias de verme débil y manejable, así como las hojas que mueve el viento.

Yo se que aun quedan muchas cosas que componer y otras tantas que ya no tienen remedio, aun tengo que demostrarme muchas cosas y al mismo tiempo desmentirme a mi misma y aceptar que me he equivocado respecto a mi.

Tengo mucho mas de lo que podría necesitar y se que aun así puedo conseguir mas, pero no me interesa hacerlo, no tengo una razón para ir en busca de mas y no quiero estancarme en la comodidad de mi vida, quiero algo que la haga girar, que le ponga un poco de sazón, que la haga mas interesante para mi. Aunque a veces me da miedo pensar que si mi vida fuera de otra forma, entonces no seria yo.